La Fundación Naturaleza y Cultura (FUNACE) estableció, en el año 2011, la Reserva Pisaca.
En el año 2018, la UNESCO entrega el reconocimiento oficial de Paltas como Sitio Demostrativo de Ecohidrología a nivel mundial; único sitio en el Área Andina, el Segundo en América Latina y el número 22 en el mundo.
El 17 de agosto de este año, en la sesión ordinaria del Concejo Cantonal de Paltas, se aprobó la ordenanza para la “Protección y restauración de fuentes de agua, ecosistemas frágiles, biodiversidad y servicios ambientales a través de la creación de Áreas de Conservación Municipal y Uso Sostenible”.
Dentro del Patrimonio Cultural Intangible el Cerro Pisaca es dueño de varias leyendas o mitos y uno de ellos es:
La Leyenda del Torito Cango.
La leyenda cuenta que el cerro Pisaca tenía un hijo, el "torito Cango", pasaba en la copa del cerro, tenia una camita parecida a una cuna de piedra en la que dormía, tenia agua de una fuente de pura piedra para beber, el "torito de oro" que pastaba en el cerro y que sólo podía alimentarse del pasto que crecía en estos sitios. Este torito tenía la virtud de que al mugir hacía llover y él mismo era un gran reproductor, de manera que mientras vivió en la zona había agua y prosperidad.
Despues de algún tiempo vinieron los brujos de Huancabamba (Perú), shamanes Guayacuntu, primos, amigos y rivales de los Paltas, quisieron robarse al toro, pero el toro regresó, herido, atacado por las fieras, fiel a su tierra.
Hoy los campesinos de la zona explican la sequía, la pérdida de las lagunas y de las quebradas por el intento de los brujos de robar al torito hijo del Pisaca.